viernes, 27 de mayo de 2016

Janeth Romero. Estudiante de Ingenieria (U. de Cuenca)


"Me gustaría mucho que los docentes sean humanos, que no se limiten a caras, a apellidos, porque es una realidad el favoritismo. Deben ser equitativos y estrictos. Mantener la disciplina y ayudar a todos sus estudiantes"


La moral da unas pautas de cual son las exigencias de la sociedad en tu comportamiento, pensamiento y formas de actuar. En este sentido mi profesora de ultimo año en la escuela generó en mi un impacto enorme, ya que, dejando a un lado el plano académico y curricular, se centraba en aspectos morales, que aún ahora los sigo practicando. Fue una docente que dejó huella en mí, y aunque no recuerde su nombre, nunca me olvidaré de ella.

La exigencia y el lema “Hay que enseñar a un hombre a pescar, y no darle pescando” era una de las filosofías de vida de un docente en sexto curso, del cual, gracias a esa exigencia, descubrí mis potencialidades y desarrollé en mi algo que me ha ayudado en todos los ámbitos de mi vida: la responsabilidad y a no rendirme nunca.


Me gustaría mucho que los docentes sean humanos, que no se limiten a caras, a apellidos, porque es una realidad el favoritismo. Deben ser equitativos y estrictos. Mantener la disciplina y ayudar a todos sus estudiantes.

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